miércoles, 25 de junio de 2014

La despedida del Campeón

Me dibujó una sonrisa este equipo de luto. De primeras, melancolía al ver el 11 inicial con el dúo que inició esta era de oro. Un pequeño homenaje al Sabio de Hortaleza, quien juntó a estos y puso en funcionamiento un tándem goleador que ha vuelto a funcionar contra Australia. El Guaje Villa, que se marcha con otro gol como máximo anotador de la historia de la selección española; y Fernando Torres, que no podía faltar a su cita con el gol para así continuar su racha y dejar huella en cada competición en la que participa.

El 9 en su sitio, arriba. El 7 en banda izquierda. En la derecha, el jugón Santi Cazorla. Medio centro de contención pese a innecesarias polémicas Xabi Alonso acompañado por Koke e Iniesta como interiores. Línea de 4 defensiva con un Jordi Alba eléctrico que recordó a su mejor versión por la izquierda y un Juanfran ocupando todo el carril derecho. Albiol y Ramos pareja de centrales. Por último, Pepe Reina debutando con España por primera vez en un Mundial.

España estuvo correcta en defensa que ganó todos los balones aéreos pese a la envergadura y altura de los jugadores australianos. Es cierto que en los 10 primeros minutos de la 1ª y 2ª parte, como si les costase enchufarse, estuvo algo imprecisa y hubo varias pérdidas de balón. Al comienzo del partido, debido a estas imprecisiones y la alta presión de Australia en 4-4-2 que nos obligó a desplazar el balón en largo no tuvimos la posesión y las dudas volvieron a emerger. Ange Postecoglou es un entrenador que admira el fútbol de toque y posesión y declaró que era seguidor de la España del tiki-taka y, como tal, quiso el balón y nos peleó la posesión.
Ataque en 4-4-2 en rombo

Desde el minuto 10 al descanso España tuvo el control y la voz cantante en todo momento. Siempre jugando en corto y con Koke e Iniesta viniendo a recibir en salida de balón. Un Fernando Torres que tenía la libertad de bajar a tocarla como le gusta sin tener el peso de ser el ariete referencia en todo momento debido a las diagonales de David Villa desde la izquierda al área. Estos movimientos hacían que España atacase en 4-4-2 en rombo recordando a la España de Luis Aragonés en Viena con esa doble punta Villa-Torres. Koke trabajaba en defensa, distribución y llegada. Iniesta lo volvía a abarcar todo y puso varios balones en profundidad espectaculares. 2 de ellos se convirtieron en asistencias de gol. Hoy los jugones pudieron atacar cómodos por dentro por el gran partido de Jordi Alba y Juanfran -el cual asistió a Villa para que este rematara de tacón en el primer gol- debido a la profundidad que aportaban.

Al comienzo del 2º tiempo España volvió a desconectar y Australia llevaba la posesión hasta el minuto 55. A partir de aquí no había llegadas al área por parte de ningún equipo y no había un claro dominador. En el minuto 56 se produjo el primer cambio de España que a todos nos hizo un nudo en la garganta. Ya con su gol marcado y tras ver el luminoso que indicaba que había llegado su fin vistiendo "La Roja", a David Villa se le torció el rostro, recibió el apoyo de sus compañeros y ovación de los pocos hinchas españoles en Curitiba, fue sustituido por Juan Mata y se sentó en el banquillo cabizbajo y triste.

Entonces la selección fue aún más intermitente y no presionaba a Australia cuando no tenía el balón. La entrada de Cesc Fabregas en el minuto 67 por Cazorla fue el cambio que necesitaba España. Quién sabe si Cesc quería reivindicarse tras la polémica de Del Bosque y el peto titular o borrar las dudas de los aficionados culés por su criticada temporada con el Barcelona o convencer a su nuevo público blue pero su entrada fue verdaderamente importante. España recuperó la posesión, la velocidad, los desmarques, la movilidad y la presión sin balón. También me sorprendió la buena pareja que hicieron Cesc y Mata y el dúo que se pierde Mourinho. De hecho, Fabregas sirvió un gol al "red devil", Mata.

El último cambio en el 81' dio entrada a David Silva por Xabi Alonso dejando a Koke como medio posicional en solitario en un 4-1-4-1, papel que probablemente desempañará en el futuro. La salida del tolosarra también dejó cierta sensación de incertidumbre ante la continuidad de este en la selección. Hasta el último minuto la selección dio la cara. Una vez terminado el funeral al que acudieron, mayoría aplastante, brasileños y australianos dejando pitos incluso al himno español, Vicente Del Bosque y Andrés Iniesta se fundieron en un abrazo como si el calvario hubiera terminado. Se abren las puertas a un bienvenido futuro de éxitos.

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