viernes, 6 de junio de 2014

7 consejos para mejorar tu rendimiento académico

Junio ya está aquí. Un mes que, a priori, puede no significar nada para algunos pero que es relevante para otros. A lo largo de estos treinta días, muchos estudiantes se sumergen entre montones de apuntes, libros, etc, con el objetivo de afrontar con garantías los exámenes finales. Selectividad, parciales, exámenes finales de la universidad… Muchos os preguntaréis: ¿cómo puedo mejorar mi rendimiento académico?

Yo también he sido estudiante (y lo sigo siendo, ya que no me queda otra). Por mi cabeza han pasado frases como “Es demasiado temario”, “no memorizo ni la mitad”, “esta pregunta me la sabía”, “no me da tiempo a estudiar tantos temas”, etc. Muchas son las causas del mal rendimiento académico: mala organización, estado anímico y físico del estudiante, dificultad de la materia, etc. Por ello, para tratar de ayudar, os dejo una serie de consejos para mejorar vuestro rendimiento académico.

1.-Establece un horario de estudio
Coge un folio en blanco, un bolígrafo y una regla. A continuación, dibuja una tabla con todos los días de la semana en la fila superior, y las horas en la columna de la izquierda. Coloca este horario en una zona visible de tu cuarto. Lo ideal es que establezcas una franja horaria de 9:00 de la mañana a 14:00 y de 16:00 a 21:00, de tal forma que no tengas que estudiar ni después de comer ni después de cenar. Además, mi recomendación es que tengas en cuenta el cansancio a la hora de distribuir las materias que te vas a estudiar. Por ello, es mejor que empieces por una materia de dificultad media, que pases a una materia difícil y que acabes con una materia de poca dificultad. Todo ello sin olvidar que cada cierto tiempo debes hacer un pequeño descanso.

2.-La importancia del subrayado
Mucho se ha hablado sobre esto. Cuando estudiamos, tendemos a marcar de fosforito todo lo que leemos. ¡Error! No tienes que memorizarte todo el libro. El truco está en marcar palabras clave y conceptos relevantes. Además, siempre será más fácil de identificar la definición de un concepto si ese concepto está marcado en amarillo, azul o rosa (dependiendo del color que utilices para el subrayado).

3.-Esquemas sí, esquemas no
Hay gente que prefiere estudiar directamente del libro. Sin esquemas. “Cada maestrillo tiene su librillo”, o eso decía mi abuela. A mí personalmente, los esquemas me guían a la hora de memorizar un contenido. Cuando el temario es muy denso y largo, es recomendable que hagas un esquema donde puedas distinguir las partes, conceptos, clasificaciones, clases, etc. Memorizar el esquema te ayudará a que en el examen, en caso de que te quedes en blanco, puedas tirar de él para desarrollar lo que te pidan o elegir la opción adecuada (dependiendo de si el examen es tipo test o escrito).

4.-¿Dónde estudio?
El lugar de estudio es muy importante. Para mí es lo segundo más importante que tiene que tener en cuenta un buen estudiante. Mi recomendación es la siguiente: un lugar silencioso, con luz y ventilación (a ser posible natural) y en el que no hayan elementos distractores. Un buen ejemplo de ello es la biblioteca, aunque también dependerá de la biblioteca que visites, ya que hay algunas que no cumplen alguno de los requisitos que he comentado. Apaga tu móvil, olvídate del whatsapp e inca los codos.

5.-El descanso
Cuando hagas el horario, hazlo teniendo en cuenta que debes dormir más de 8 horas para poder estudiar al día siguiente y asimilar todo lo que leas. Para evitar dormirte sobre los apuntes, procura dormir más de 8 horas sobre un colchón adecuado y en una habitación en la que no haya excesivo ruido.

6.-Tu esfuerzo merece recompensa
Por supuesto, todo esfuerzo merece recompensa. En el horario establecido, deja hueco para hacer una “escapadita”. Recomiendo que ese tiempo de ocio lo establezcas el sábado por la tarde o el domingo por la mañana. A nadie le gusta madrugar un domingo, y menos cuando llevas toda la semana levantándote a las 8:00, ¿verdad? Además, también puedes dejar alguna hora cada día, por ejemplo después de cenar. El hecho de dejar por unas horas los apuntes, evitará que el cerebro se sobrecargue y te ayudará a que al día siguiente puedas retomar “la faena”. Y, como no, el hecho de tener ese tiempo libre al final de la jornada puede servir como premio a tantas horas de estudio.

7.-¿Qué hago las horas previas al examen?
Muchos piensan que por estudiar cuando queda una hora para hacer el examen, van a sacar más nota. ¡Error! En este apartado voy a explicar por qué no funciona. El cerebro tiene memoria sensorial, memoria a corto plazo y memoria a largo plazo. Pues bien, la memoria sensorial es una memoria que retiene información durante un corto período de tiempo. Es decir, durante unos segundos. Esa es la memoria que forzamos cuando intentamos memorizar información cuando tan sólo faltan 40 minutos para hacer el examen. En cambio, la memoria a corto plazo es una memoria más fiable, más accesible. Esta memoria es la que debe contener todo lo que te has “empollado” durante las últimas dos semanas. Y, por último, tenemos la memoria a largo plazo, una memoria cuyo contenido es menos accesible pero que está más consolidado. Ahí se guardan tus vivencias de la infancia, las reglas matemáticas y gramaticales, lo que hiciste en nochevieja del 2006, etc. No es tan fácil acceder (tienes que pensar), pero está ahí. Es como un desván al que tienes que subir por unas escaleras.

Por ello, en las horas previas al examen lo ideal es que mantengas la calma, confíes en ti mismo y tengas preparado todo para hacer el examen: DNI, lápiz, bolígrafo, etc. Y, por supuesto, afrontarlo con una actitud positiva. De esa forma, seguro que se hace más llevadero.


¡Sígueme en twitter! @Jose_Marco20

No hay comentarios:

Publicar un comentario