El pasado martes 27 de agosto falleció Pedro Pubill Calaf, conocido por todos como Peret. El padre de la rumba catalana, murió a los 79 años de edad en Barcelona. El cáncer se ha llevado a uno de los artistas más representativos de la cultura española.
Nacido en el año 1935 en Mataró (Barcelona), vivió durante 4 años en un asentamiento gitano. Pasado ese tiempo, se trasladaron a la calle Salvadors. Antes de triunfar con su guitarra, Peret realizó diversos trabajos como por ejemplo el de carpintero, tapicero, chatarrero o vendedor ambulante.
Fue a partir del año 1957 cuando comenzó a ser conocido como el “Rey de la rumba”. A raíz de ahí grabó, en el año 1962, su primer disco con las canciones “Ave María”, “Lola” y “Recuerda”. Incluso llegó a viajar a ciudades como Buenos Aires o Montevideo.
En los años 70 hizo sus primeras apariciones en el cine y representó a España en Eurovisión, en el año 1974, con la conocidísima canción “Canta y sé feliz”, la cual sigue sonando en la actualidad. Entre las películas más conocidas de Peret destacan “Amor a todo gas”, “A mí las mujeres ni fu ni fa” o “El mesón del gitano”.
A pesar de alejarse del mundo de la música durante unos cuantos años (de 1982 a 1990 y de 1996 al 2007), ello no frenó su éxito ni hizo que cayera en el olvido. Peret volvió en las dos ocasiones con mucha fuerza. Sus canciones llegaron a sonar en las mejores salas de la época, en discotecas, verbenas, televisión, anuncios, emisoras de radio, etc. Fue uno de los artistas que tuvo la suerte de participar en la ceremonia inaugural de los juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Incluso se llegó a publicar un disco homenaje llamado “Peret, Rey de la Rumba” en el año 2000, que contó con la colaboración de artistas como Estopa, quienes siempre han sentido gran admiración hacia el padre de la Rumba catalana y han llegado a afirmar que fue uno de los artistas que más les inspiró en sus inicios musicales.
Viendo su trayectoria, somos conscientes del camino que ha recorrido este artista a lo largo de su vida, en ocasiones lleno de baches y piedras. Sus inicios fueron muy humildes y tuvo que buscar, desde muy pequeño, la forma de ganarse la vida. Tuvo mucho mérito, porque fue capaz de cautivar al público con un estilo musical creado por él mismo: la rumba catalana. Una forma de tocar la guitarra que consiste en golpear la parte inferior de ésta con la palma de la mano abierta, haciéndola sonar como si fuera un bombo, tras rasgar las cuerdas y bajar la mano. Algo que puede parecer sencillo pero que él fue capaz de complementar con su voz y sus letras. No necesitaba nada más para hacer bailar al público y, ante todo, disfrutar de sus canciones. Será difícil olvidar temas como “Canta y sé feliz” o “Una lágrima”.
Como decía en una de sus canciones, llamada “El muerto”: “No estaba muerto, estaba de parranda”. De parranda estará Peret, allá arriba, con artistas como Manolo Escobar, Paco de Lucía o el mismísimo Antonio Flores. Grandes músicos de nuestros país que se fueron, pero que dejaron su legado musical en forma de canciones. Estoy seguro de que sus canciones permanecerán imborrables durante muchos años y que, incluso, llegarán a inspirar a futuros artistas. Gracias por tus canciones y por hacernos la vida más amena con ellas, Peret. Hasta siempre.
Nacido en el año 1935 en Mataró (Barcelona), vivió durante 4 años en un asentamiento gitano. Pasado ese tiempo, se trasladaron a la calle Salvadors. Antes de triunfar con su guitarra, Peret realizó diversos trabajos como por ejemplo el de carpintero, tapicero, chatarrero o vendedor ambulante.
Fue a partir del año 1957 cuando comenzó a ser conocido como el “Rey de la rumba”. A raíz de ahí grabó, en el año 1962, su primer disco con las canciones “Ave María”, “Lola” y “Recuerda”. Incluso llegó a viajar a ciudades como Buenos Aires o Montevideo.
En los años 70 hizo sus primeras apariciones en el cine y representó a España en Eurovisión, en el año 1974, con la conocidísima canción “Canta y sé feliz”, la cual sigue sonando en la actualidad. Entre las películas más conocidas de Peret destacan “Amor a todo gas”, “A mí las mujeres ni fu ni fa” o “El mesón del gitano”.
A pesar de alejarse del mundo de la música durante unos cuantos años (de 1982 a 1990 y de 1996 al 2007), ello no frenó su éxito ni hizo que cayera en el olvido. Peret volvió en las dos ocasiones con mucha fuerza. Sus canciones llegaron a sonar en las mejores salas de la época, en discotecas, verbenas, televisión, anuncios, emisoras de radio, etc. Fue uno de los artistas que tuvo la suerte de participar en la ceremonia inaugural de los juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Incluso se llegó a publicar un disco homenaje llamado “Peret, Rey de la Rumba” en el año 2000, que contó con la colaboración de artistas como Estopa, quienes siempre han sentido gran admiración hacia el padre de la Rumba catalana y han llegado a afirmar que fue uno de los artistas que más les inspiró en sus inicios musicales.
Viendo su trayectoria, somos conscientes del camino que ha recorrido este artista a lo largo de su vida, en ocasiones lleno de baches y piedras. Sus inicios fueron muy humildes y tuvo que buscar, desde muy pequeño, la forma de ganarse la vida. Tuvo mucho mérito, porque fue capaz de cautivar al público con un estilo musical creado por él mismo: la rumba catalana. Una forma de tocar la guitarra que consiste en golpear la parte inferior de ésta con la palma de la mano abierta, haciéndola sonar como si fuera un bombo, tras rasgar las cuerdas y bajar la mano. Algo que puede parecer sencillo pero que él fue capaz de complementar con su voz y sus letras. No necesitaba nada más para hacer bailar al público y, ante todo, disfrutar de sus canciones. Será difícil olvidar temas como “Canta y sé feliz” o “Una lágrima”.
Como decía en una de sus canciones, llamada “El muerto”: “No estaba muerto, estaba de parranda”. De parranda estará Peret, allá arriba, con artistas como Manolo Escobar, Paco de Lucía o el mismísimo Antonio Flores. Grandes músicos de nuestros país que se fueron, pero que dejaron su legado musical en forma de canciones. Estoy seguro de que sus canciones permanecerán imborrables durante muchos años y que, incluso, llegarán a inspirar a futuros artistas. Gracias por tus canciones y por hacernos la vida más amena con ellas, Peret. Hasta siempre.
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